No dejé de estar maravillada (aunque en tensión) durante hora y media que dura la película dirigida por Alfonso Cuáron, interpretada por Sandra Bullock, protagonista principal, y por George Clooney. Además de una tecnología 3D que te transporta a un escenario increíble y maravilloso como el espacio exterior, la película capta la atención en cada segundo a través de las maniobras de supervivencia por los dos astronautas al verse inmersos en el espacio, flotando en estado de ingravidez. Pese a un argumento sencillo, poder volver a la Tierra después del impacto de basura espacial con el transbordador en que viajaban, la película es una obra maestra de tecnología y de belleza que te deja perplejo ante un universo repleto de estrellas, y en que te conviertes en extensión del mismísimo universo, con un toque de sensibilidad única.
Después de ver la película me dije que con tanta belleza a nuestro alrededor, los problemas diarios se empequeñecen, y pese a ciertas dificultades que nos podamos encontrar en nuestro camino, vale la pena luchar con ahínco por nuestros objetivos y metas. Tal como dijo el maestro en Ilusiones, de Richard Bach, ¿Y qué haríais si Dios os hablara directamente y os dijera: Os ordeno que seáis felices mientras viváis? ¿Qué haríais entonces?- preguntó el Maestro a la multitud.