¿Tiene el mundo cuántico aplicaciones para nuestro ámbito cotidiano? ¿Cómo algo tan diminuto puede sernos de ayuda? Repasemos la tecnología de almacenaje y procesamiento de la informática actual. Nos percataremos de que más o menos cada dos años, la velocidad y la capacidad de almacenamiento de los equipos informáticos se duplica, todo acompañado de una miniaturización de los microprocesadores y soportes de almacenaje. Si esta progresión continúa en el futuro, la física cuántica tendrá aún más peso en nuestra sociedad de la información.
Pero desde luego la informática sólo sería una parte más del potencial de la física cuántica. Actualmente disponemos ya de numerosos aparatos que aprovechan conocimientos cuánticos: las placas solares, que utilizan un fenómeno cuántico denominado efecto fotoeléctrico, los microscopios de tunelamiento que aplican el efecto tunneling para formar imágenes en 3 dimensiones de los átomos (los cuales son fundamentales en el campo de la nanotecnología y la nanociencia), la resonancia magnética que permite aprovechar ciertas propiedades de los átomos de hidrógeno en presencia de campos magnéticos para obtener imágenes del interior humano con fines diagnósticos, la tecnología de superconductores capaces de alcanzar resistencias eléctricas extremadamente bajas (usada en trenes MAGLEV y en general para la producción de campos magnéticos de alta intensidad), etc…
¿Qué nos depara para el futuro? El futuro de la física cuántica estará ligado a la computación cuántica (ordenadores capaces de realizar cálculos exponencialmente más rápidos y con dispositivos de alta densidad de almacenaje), la criptografía y el cifrado de códigos secretos, la nanotecnología y la mayoría de ámbitos donde se requiera la manipulación y control de átomos y moléculas para múltiples aplicaciones, la producción de cantidades ingentes de energía a partir de la antimateria y del vacío cuántico, además de todos los avances asociados para la creación de los mismos.
Pero ¿qué hay para el ser humano? Desde luego nuestro organismo utiliza mecanismos cuánticos, como la emisión biofotónica coherente y las transmisiones de información neuronales (utiliza parámetros cuánticos). Recientes investigaciones parecen apuntar a una transmisión instantánea de información (acorde al principio de no-localidad) entre las células mediante sus campos biofotónicos. Además el planteamiento de que como observadores podemos colapsar la función de onda y crear nuestra “realidad”, que somos energéticos y saber que no existe una realidad independiente de nosotros ‘formamos parte misma de la realidad cuántica’ tiene serias implicaciones para entender el espacio que nos rodea de una forma más interactiva.
Es probable que en un futuro no muy lejano, tengamos un amplio conocimiento del mundo cuántico que no sólo nos facilite nuestra vida más cotidiana sino que nos aporten riqueza a nuestra personalidad. En última instancia los avances tecnológicos no lo son todo pero pueden ser importantes catalizadores (como en caso de Internet), a nadie se le escapa que al ritmo que avanza la ciencia lo que ahora es ciencia ficción se pueda convertir de uso corriente dentro de unos pocos años.