A raíz de las conferencias pasadas del último fin de semana de junio sobre medicina integrativa donde la alimentación ocupa un lugar esencial y a raíz de algunas investigaciones personales sobre la importancia de una buena nutrición, aquí tenéis algunas pautas útiles para cuidar la alimentación, indispensable para gozar de una buena salud.
Lo ideal es consumir alimentos lo más naturales posibles, e ir progresivamente dejando de lado los procesados, precocinados u otros preparados por el estilo. Priorizar el consumo de alimentos ecológicos dentro de lo posible y de proteínas vegetales frente a las de animales. Hay un libro excelente denominado ‘El Estudio de China’ donde se explica con datos estadísticos muy completos la importancia del consumo de las proteínas vegetales, como también el de limitar al máximo los productos lácteos, para prevenir algunas enfermedades como la diabetes o el cáncer. Según este estudio, la causa principal de las enfermedades cardíacas estriba en los alimentos de origen animal. Por lo tanto, recomiendo la ingesta en su mayor parte de proteínas vegetales, presentes en la soja y preparados como el tofu, en las distintas variedades de legumbres y algunas verduras como los espárragos y coles. Almendras, cacahuetes y nueces también contienen gran cantidad de estas.
Alcalinizar la alimentación es básico. La acidificación del organismo favorece la generación de un estado general de malestar, con dolencias físicas y un acelerado envejecimiento celular. Para ello es aconsejable comer gran cantidad de verduras y frutos secos. Un buen licuado de zanahoria, de apio, de pepino y de espinacas va fenomenal. Las remolachas también son muy sanas y nutritivas. Recomiendo preparar de vez en cuando caldos depurativos con cebolla, puerro, apio, nabo y manzana.
En general las comidas han de ser ligeras y exentas de grasas; esto ayuda a mejorar la digestión, sentirnos más vitales y aumentar nuestro sistema inmunológico.
Limitar el consumo de harinas refinadas, azúcares, dulces, café, alcohol,… El azúcar blanco intoxica el cuerpo y tiene efectos pésimos sobre nuestra salud. La miel es un excelente sustituto. Mejor si es miel artesanal. Se puede mezclar en un pequeño bol con canela en polvo, además de ser muy gustoso es un poderoso aliado para prevenir las enfermedades coronarias.
Hacer uso de plantas medicinales a nuestro alcance. Existen muchísimas variedades que nos pueden ayudar a purificar y restaurar el cuerpo. Por ejemplo la cola de caballo, el diente de león, la ortiga verde, el cardo mariano, el espino blanco son aptos para depurar el organismo y mejorar la circulación.
Desecharía completamente los embutidos y quesos curados, sobre todo los quesos elaborados con leche de vaca. Muchos dejarían los embutidos si conocieran su proceso de elaboración. También me refiero a los aditivos, que a mi juicio habrían de estar mucho mejor regulados y algunos incluso prohibidos su utilización, como sucede en algunos países del mundo, como el E-320, E-321, E-952 (presente en la Coca-Cola Zero), la sacarina o el aspartamo. Ingerir un alimento con una docena de aditivos, como hay en las estanterías de los supermercados, ¿no os parece demasiado? Y no solo me refiero a embutidos sino también a dulces como pasteles, bollería y demás. Si la legislación las permite ya que están presentes en cantidades muy pequeñas, ¿qué pasa, por ejemplo, cuando cada vez más los niños comen con más frecuencia productos procesados y luego van acumulando estos químicos a lo largo de toda la vida? De momento os dejo más información aquí.
Volviendo a los alimentos recomendados, no conviene olvidar los poderosos beneficios del limón, del ajo y de la cebolla. Acostumbrarse a hacer diariamente zumos de limón con agua, comer un poquito de ajo (también van bien las cápsulas con aceite de ajo) y poner en la ensalada rodajas de cebolla ayuda a prevenir muchas enfermedades.
Además de consumir productos crudos, los cocinados mejor si son al vapor, al horno, a la plancha con muy poco aceite o al papillote. Para ello se pueden utilizar ollas y sartenes de acero inoxidable, las de teflón no son recomendables.
Son muy buenos aliados las legumbres, algas, cereales integrales, pescado azul si uno de momento no quiere pasarse a una dieta del todo vegetariana y fruta (mucho mejor si está exenta de plaguicidas y si son frutas del bosque excelente, como las moras, las fresas silvestres o las frambuesas, que poseen un montón de antioxidantes).
En general conviene comer equilibrado, bien y pausadamente, poner la conciencia en el acto de masticar y nutrirse. Y de vez en cuando no pasa nada por permitirse un pequeño capricho, un poco de chocolate, una buena taza de café o una copa de cava.
Espero os haya gustado y os sea útil esta pequeña guía que más adelante iré completando.
Bon apétit!