El viernes pasado, día 17 de octubre, impartí una conferencia sobre los Fundamentos Cuánticos del Cuerpo Energético en el Hospital de Terrassa, que fue acogida con mucho interés tanto por los organizadores (Consorci Sanitari de Terrassa, Comitè de Salut Integrativa) como por el centenar de asistentes a la jornada. Después de mi intervención varios ponentes expusieron sus investigaciones y sus experiencias en el campo de la medicina integrativa. Óscar Hurtado compartió sus experiencias en el campo de la desprogramación biológica, Jaume Güell como experto en las terapias naturales nos puntualizó la importancia de estas para los pacientes, Julián Gabarre expuso sus investigaciones en el campo de la morfopsicología, Mª Josep Sebastià su experiencia en el ámbito de la oncología integrativa, Joan Guxens i Rosa Junyent, como médicos naturistas en el campo de la kineosología holística, y finalmente Mateu Aragay magistralmente compartió su experiencia como musicoterapeuta en la unidad de cuidados paliativos en el Hospital de Granollers. Por la tarde hubo diferentes talleres prácticos en varias especialidades.
Felicito a toda la organización por esta jornada tan bien integrada, ya que como ponentes “vivimos” nuestra interrelación como equipo interdisciplinar en el estudio de la salud humana. Constatamos que muchas de las cosas que decíamos tenían resonancia en otros campos de estudio. Esto es realmente fantástico, ya que nos permite abordar desde diferentes perspectivas complementarias al paciente.
Por mi parte recalqué que es esencial integrar la visión cuántica-ondulatoria en la explicación de las terapias complementarias. La visión ondulatoria de la materia es fundamental, ya que todo es energía. No es suficiente con establecer un punto de estudio exclusivamente corpuscular, analizando una totalidad en sus partes constituyentes aisladas, concepción básica de la biología convencional. Es necesario ver las interrelaciones, la visión de globalidad que se consigue estudiando propiedades cuánticas tales como la coherencia y la interferencia de onda.
Comenté que en el campo de la biología cuántica, concretamente en la biofotónica, hay mucha investigación en Alemania, Rusia, Estados Unidos y países asiáticos tales como Japón y China. Los biofotones son emitidos por todos los seres vivos, se pueden detectar, analizar y estudiar sus propiedades (energía, frecuencia, impulso, fase de onda, polarización,…) y constatar cómo transmiten la información a lo largo del organismo, entre el organismo y su entorno, e incluso entre los propios organismos. Hay un canal de luz que interconecta las células, que es la base de las propias reacciones bioquímicas, de los procesos morfogenéticos, de regeneración y de reproducción celular.
Al principio se trabajaba con pequeñas unidades biológicas, tales como células y pequeños organismos unicelulares como bacterias, algunas algas y dinoflagelados, después con organismos más complejos, y finalmente se pudo trazar el mapa de la emisión biofotónica del cuerpo humano por el equipo de Masaki Kobayashi en el Instituto de Tecnología de Tohoku, en Sendai, Japón. Sobre todo quiero recalcar que el estudio de la emisión biofotónica es una forma muy sensible y precisa para detectar reacciones en el organismo las cuales son indetectables por un estudio químico, entre ellas la reacción enfrente a una sustancia homeopática, por ejemplo, o a una sustancia tóxica indetectable en un análisis químico. Estas investigaciones abren un campo formidable en el ámbito de la medicina integrativa.
Concluyendo, animo a que más universidades, hospitales y centros médicos tomen la iniciativa de organizar eventos de esta índole, y que se promueva una formación básica en biología cuántica, una biología integrativa como base de la medicina integrativa. Algunas iniciativas ya están sobre la mesa. Sobre ellas durante los próximos meses os tendré informados.
Gracias,
Teresa Versyp