Hace pocos días por numerosos medios de comunicación se anunció la retirada del máster de homeopatía impartido por la universidad de Barcelona, por “supuesta” falta de verificación científica. Siguiendo la misma línea, otras universidades de nuestro país también han suprimido su máster. Lo que me ha sorprendido es que durante los días posteriores a tal noticia, han ido surgiendo cada vez más noticias descalificadoras en relación con la homeopatía, como  una reacción en cadena. Se está produciendo una “guerra” con la homeopatía por intereses diversos. Y no se tardará en desprestigiar otras terapias energéticas.

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La homeopatía en el punto de mira

Los argumentos son muy pobres: como que no hay en las disoluciones ninguna molécula presente, no hay posibilidad de efecto curativo. Y si se produce es por efecto placebo. Ahí se acaba la discusión, sin contraargumentos. Sin hacer referencia a la investigación en otros países o sin hacer mención a estudios serios realizados con medicamentos homeopáticos. Este es uno de los múltiples indicios en este país de la falta de contrastación en el terreno científico. Hay otro problema: la falta de interdisciplinariedad. Por ejemplo, los estudios en el campo de la salud habrían de incorporar nociones de psicología, dietética, geobiología, biofísica cuántica etc., ya que si no, es muy difícil poder obtener una visión global de cómo funciona el ser humano.

Las bases de la homeopatía

La homeopatía actúa sobre patrones energéticos. Se sabe que la información se almacena electromagnéticamente en los dominios de coherencia del agua. Unas estructuras de agregados moleculares de unos 100 nm de diámetro. Esta información es transferida a las biomoléculas. El gran problema está que en los círculos científicos que todavía se rigen por la física newtoniana,  se piensa en términos exclusivamente corpusculares, mientras que la parte energética-ondulatoria no se tiene en cuenta, eludiendo uno de los pilares fundamentales de la Física Cuántica que es la dualidad onda-partícula. Cada vez más en universidades de todo el mundo hay estudios sobre los mecanismos cuánticos en relación con los procesos biológicos, por solo nombrar la fotosíntesis o la transmisión neuronal.

Además, ¿es que no se tiene en cuenta el cuerpo energético humano? ¿Así que la acupuntura, asentada en oriente como mínimo hace más de 2000 años,  también sería un fraude?

 Como dice Roeland Van Wijk, del departamento de Biología molecular de la Universidad de Utrecht (Países Bajos):

Life cannot be reduced to a simple summation of singular properties of components

Por falta de conocimiento y de falta de verificación se está criticando la homeopatía a la ligera. Por cierto, la homeopatía sí funciona, si no, no se tomarían tantas molestias en desacreditarla.

Investigaciones y desinformación

Hay un dogmatismo imperante, una línea de pensamiento muy mecanicista y reduccionista. Está claro que si uno va en contra de esta ideología dominante tiene muchos problemas para avanzar. Todavía más para obtener financiación si hay un proyecto de investigación en juego. Sería el caso, por ejemplo, del nobel de medicina de 2008 Luc Montagnier. A pesar de haber recibido todos los méritos como codescubridor del virus del Sida, ahora en su exploración en el terreno de la “memoria del agua” (siguiendo los pasos de Jacques Benveniste) tiene problemas de reconocimiento y le ponen la etiqueta de “viejo y anticuado”.

En el siguiente artículo http://arxiv.org/pdf/1012.5166.pdf se puede leer toda la información respecto al experimento de Montagnier.

Todo el efecto en cadena que se está produciendo a partir de desinformaciones infiltradas en el terreno de manera astuta y organizada está arrastrando a la opinión pública a desvalorizar los efectos homeopáticos. Tildan la homeopatía de “pseudociencia”, palabra muy utilizada para desprestigiar avances que van en contra del “mainstream”. Además en los medios de comunicación a raíz de la noticia de la anulación del máster hablan del alto volumen de facturación del sector homeopático, eludiendo por completo el de la industria farmacéutica, cuando sabemos que precisamente es esta uno de los hilos que mueve el mundo.

Claramente es una vuelta de tuerca más en el dogmatismo de la ciencia actual, que se podría considerar como una nueva religión, donde los argumentos quedan sujetos a la visión limitada de los grupos de control.

A raíz de todo ello animo a que la gente contraste, que busque información. Que no se limite con la información aparecida en los medios de comunicación masivos, que indague en investigaciones de grupos científicos independientes que luchan por salir adelante.

© Teresa Versyp

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