Por tercer año acabo de impartir el curso de introducción a la Física Cuántica en la formación de iniciación a la polarización energética. La polarización energética es un método de sanación integral desarrollado por Isabel Díaz a partir de muchos años de investigación sobre el funcionamiento del sistema energético y del intercambio energético entre el ser humano y su entorno. Además se trata de un método autodiagnóstico y de autoconocimiento, al alcance de todo el mundo y que ayuda a comprender las relaciones con todo lo que nos rodea, logrando una sanación en todos los niveles: en cuerpo, mente y espíritu.
Una treintena de personas asistieron a esta sesión cuántica en la que enseñé de forma sencilla y didáctica las bases de la Física cuántica, los cuatro principios cuánticos que determinan el comportamiento de la materia y de la energía, aproximándonos a una visión holística de la vida y del ser humano. Como ya he comentado en varias ocasiones, los aspectos más sutiles del ser humano se expresan en el nivel ondulatorio de la realidad, ya que una de las premisas básicas de la Física Cuántica es la dualidad onda-partícula.
Estamos conformados por una matriz energética que coordina los procesos fisiológicos. Somos un conjunto de campos cuánticos interrelacionados cooperando entre sí, lo que nos confiere una visión de totalidad, unidad que no puede ser fragmentada en sus partes constituyentes, ya que el todo es mayor que la suma de las partes. Poseemos capacidad de autorregulación y autoorganización, y gozamos de propiedades tales como la coherencia cuántica y el entrelazamiento, permitiendo un canal de interconexión instantánea, indicador de un comportamiento colectivo extraordinario. La coherencia cuántica ondulatoria es fundamental para entender los mecanismos energéticos en el ser humano y es clave para comprender la alineación y bienestar, desde el nivel físico hasta los niveles más sutiles.
Siempre es un placer dar mi clase al grupo de alumnos de OKUNI, compartir una jornada agradable con todos ellos y como siempre agradezco la calurosa acogida de Isabel y de Almudena.