¿Qué es Shinrin-Yoku?
Shinrin-Yoku es un término japonés que significa “Baño de Bosque” y que se refiere al hecho de captar la atmósfera del bosque con todos los sentidos. Se trata de una práctica iniciada por la Agencia Forestal de Japón en el año 1982 para promover la comunicación con la naturaleza a través de los cinco sentidos.
Como amante de la naturaleza y con la suerte inmensa de vivir en un entorno privilegiado, este verano empezaré a organizar unas sesiones de “Comunión con la Naturaleza” en un paraje tan especial como son los Cingles del Bertí. Pero ¿Qué es exactamente Shinrin-Yoku?
Beneficios de su práctica
En primer término constituye una excelente herramienta terapéutica que nos brinda la propia naturaleza, beneficiosa para cuerpo y mente. Se practica la relajación, el silencio, la tranquilidad, exponiéndose uno con todos los sentidos al ambiente del bosque, en una especie de fluir con los elementos de la naturaleza. De hecho se inspira en las tradiciones sintoístas y budistas. Es sumamente terapéutico disfrutar de las tonalidades cromáticas que se generan en un bosque. Oír el canto de los pájaros o el rumor del viento a través de las hojas de los árboles. Oler los aromas únicos de las pináceas o el romero que bordea el camino, por no olvidar el aire fresco y puro que impregna el ambiente. Los fitoncidas, compuestos aromáticos de efecto antibacteriano que emiten plantas y árboles, tienen efectos beneficiosos sobre nuestro organismo.
Los beneficios del Shinrin-Yoku están ampliamente comprobados: mejora la salud, el bienestar y el estado de ánimo. Concretamente refuerza el sistema inmunitario, produce un descenso de la hormona del estrés, el cortisol. Incide sobre la presión arterial y sobre estados depresivos y de ansiedad, incluso mejorando el sueño y los procesos de creatividad. Todos, de alguna forma u otra, hemos comprobado los beneficios después de pasear algunas horas en un bosque o en un entorno paisajístico tranquilo. El hecho de reconectarnos con la Tierra beneficia enormemente nuestra salud.
Es importante en los paseos por el bosque olvidarnos de las prisas, disfrutar del espectáculo que nos ofrece la naturaleza, dejar que los sentidos sientan y entrar en comunión con otras especies.
Propuesta inicial
Mi propuesta (preliminar) será más que un simple paseo. Nos sumergiremos en una búsqueda interior que nos transportará fuera del espacio y del tiempo. Practicaremos el estado meditativo, conectaremos profundamente con la sabiduría de los árboles y con los Espíritus de la naturaleza. Sentiremos el fluir de la energía y experimentaremos un intercambio de energías que llevará a una transformación interior. Este sendero iniciático es parecido al que predicaban los druidas y magos ancestrales. Estos pretendían hacer volver al hombre a sus orígenes, al contacto estrecho con la madre naturaleza y el verdadero dios interior.
Para los druidas En el mundo de los árboles maravillosos, los espíritus iban y venían libremente entre la Tierra y las estrellas.
Los árboles como entidades vivas
Los árboles tienen un lenguaje, incluso pueden enviar señales de alarma a los árboles vecinos. Un grupo de investigación liderado por Frantisek Baluska del Instituto de Botánica Celular y Molecular de la Universidad de Bonn sugiere que en la punta de las raíces existen estructuras similares al cerebro. Una compleja red de señales eléctricas es transmitida a través de ellas. Los árboles se comunican a través de los olores y eléctricamente por medio de esta especie de células nerviosas. Diversos experimentos de laboratorio demuestran que las raíces reaccionan frente a ciertas frecuencias, aunque estas investigaciones son todavía incipientes. Parece ser que las plantas piensan, aprenden a comunicarse, y pueden guardar memoria de experiencias vividas.
Y cómo alguien decía:
“Los bosques son el paisaje perfecto para una experiencia trascendental”
Así pues, pronto en el calendario de actividades constarán dichas sesiones programadas, las cuales espero os incentive.
Mientras tanto he aquí un artículo muy interesante al respecto publicado en La Vanguardia en agosto de 2014:
http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20140808/54412779142/banos-de-bosque.html
Teresa Versyp, abril 2017