Círculos misteriosos en los campos
Silenciosos, intrigantes, misteriosos, cientos de crop circles o círculos en las cosechas dejan su impronta en los cultivos de cereales. Sin duda se trata de un fenómeno que se extiende en número y en complejidad a lo ancho de la geografía terrestre, es fruto de opiniones muy diversas y motivo también de controversia. Pero lo cierto es que son objeto de estudio por parte de muchos científicos de todo el mundo que los analizan en profundidad a la vez que son objeto de contemplación por miles de personas que los visitan cada verano, sobretodo en la región de Wiltshire (Inglaterra) donde el fenómeno ha adquirido cierta popularidad. Personalmente tuve la oportunidad de entrar en contacto con el fenómeno y pude observar la hermosura y la extrema complejidad de estos pictogramas que no dejan indiferentes a los que se pasean por ellos. De momento no se sabe con seguridad cómo se producen, qué finalidad presentan o quienes son sus autores. Cierto es que algunos son producidos por la mano del hombre y debido a ello dicho fenómeno fue desprestigiado enormemente en los años noventa a partir de informaciones que inundaron la prensa afirmando que unos jubilados llamados Doug y Dave eran los autores de los pictogramas aparecidos en dichos años. Pero el fenómeno fue adquiriendo una complejidad creciente en los años posteriores imposible de reproducir por mecanismos que pudieran estar al alcance del ciudadano.
Uno se puede hacer preguntas como éstas: ¿qué está pasando en nuestro planeta? ¿algo o alguien nos quiere transmitir algún mensaje codificado en la geometría asociada en los dibujos? Algo está sucediendo desde luego silenciosamente en los cultivos de cereales, como antítesis a las noticias con que nos inundan cada día los medios de comunicación o a las técnicas de distracción dirigidas a mantener ocupada la mente.
Veremos en este artículo que el planeta Tierra está sufriendo cambios físicos y energéticos importantes y que esto afectará toda forma de vida existente en él, que los crop circles pueden estar relacionados con estos cambios y que cada vez es más frecuente el fenómeno de ball-lightning, manifestación de formas luminosas cuyo origen es desconocido y que guarda relación con todo lo anterior.
Los Crop Circles están ahí para que cualquiera pueda pasearse por ellos o pueda admirarlos desde lejos, no importa; lo importante es que uno se pregunte…
Complejos y hermosos patrones geométricos aparecen de forma natural en los campos de conreo, principalmente durante la noche. Son los llamados crop circles o círculos en las cosechas. Estas formaciones o pictogramas se definen por los tallos de cereal que están doblados aproximadamente en un ángulo de 90º, no están rotos y continúan su crecimiento normal, tal como se puede apreciar en la siguiente secuencia de fotos. Aunque se presentan mayoritariamente en los campos de cultivo también son agraciados con su presencia campos silvestres, arrozales o zonas de nieve y hielo.
En su mayoría son producidos por un mecanismo todavía desconocido en contraposición a algunas formaciones que fueron reproducidas mecánicamente y siguen siendo reproducidas por diversión o con la finalidad de desinformar al gran público, como sucedió a principios de los años noventa, concretamente en 1991, en manos de un par de caballeros retirados llamados Doug y Dave. Éstos afirmaron que todas las noches de verano desde 1978 se habían dedicado a construir crop circles. Utilizando cuerdas y palos de madera se las habían ingeniado al parecer para crear estas obras de arte.
Desafortunadamente las declaraciones de Doug y Dave sirvieron para desacreditar el fenómeno a través de diferentes medios de comunicación. Pero quedaron múltiples preguntas por responder. Todo formaba parte de una campaña más amplia para hacer desaparecer el interés por el fenómeno de los crop circles.
Con el tiempo se fue viendo que sus técnicas de aplastamiento mecánco de ningún modo podrían haber dejado las esplendorosas texturas estratificadas que presentan numerosos pictogramas. Los crop circles fueron aumentando en número y en complejidad: círculos sencillos se iban convirtiendo en pictogramas más elaborados, por ejemplo, fractales complejos. Las cualidades geométricas sumamente precisas y la perfección en los diseños asombran. Los pictogramas son planificados, medidos y trazados con suma precisión en pocas horas o incluso al cabo de pocos minutos en el transcurso de una noche. Por ejemplo, la Rueda de Caterina es un pictograma que tiene 240 metros de diámetro y ¡está compuesto por nada menos que 409 círculos! Apareció en la cima de una meseta una noche de lluvia y viento. Este espectacular círculo debería poner un punto y final sobre la afirmación de que todos los círculos estén hechos por el hombre.
Complejos y hermosos patrones geométricos aparecen de forma natural en los campos de conreo, principalmente durante la noche. Son los llamados crop circles o círculos en las cosechas. Estas formaciones o pictogramas se definen por los tallos de cereal que están doblados aproximadamente en un ángulo de 90º, no están rotos y continúan su crecimiento normal, tal como se puede apreciar en la siguiente secuencia de fotos. Aunque se presentan mayori-tariamente en los campos de cultivo también son agraciados con su presencia campos silvestres, arrozales o zonas de nieve y hielo.
En su mayoría son producidos por un mecanismo todavía desconocido en contraposición a algunas formaciones que fueron reproducidas mecánicamente y siguen siendo reproducidas por diversión o con la finalidad de desinformar al gran público, como sucedió a principios de los años noventa, concretamente en 1991, en manos de un par de caballeros retirados llamados Doug y Dave. Éstos afirmaron que todas las noches de verano desde 1978 se habían dedicado a construir crop circles. Utilizando cuerdas y palos de madera se las habían ingeniado al parecer para crear estas obras de arte.
Desafortunadamente las declaraciones de Doug y Dave sirvieron para desacreditar el fenómeno a través de diferentes medios de comunicación. Pero quedaron múltiples preguntas por responder. Todo formaba parte de una campaña más amplia para hacer desaparecer el interés por el fenómeno de los crop circles.
Con el tiempo se fue viendo que sus técnicas de aplastamiento mecánico de ningún modo podrían haber dejado las esplendorosas texturas estratificadas que presentan numerosos pictogramas. Los crop circles fueron aumentando en número y en complejidad: círculos sencillos se iban convirtiendo en pictogramas más elaborados, por ejemplo, fractales complejos. Las cualidades geométricas sumamente precisas y la perfección en los diseños asombran. Los pictogramas son planificados, medidos y trazados con suma precisión en pocas horas o incluso al cabo de pocos minutos en el transcurso de una noche. Por ejemplo, la Rueda de Caterina es un pictograma que tiene 240 metros de diámetro y ¡está compuesto por nada menos que 409 círculos! Apareció en la cima de una meseta una noche de lluvia y viento. Este espectacular círculo debería poner un punto y final sobre la afirmación de que todos los círculos estén hechos por el hombre.
Algunas pruebas contundentes de que los crop circles son algo más que una diversión por parte de los llamados circle makers (autores de círculos) son las que voy a explicar a continuación.
En primer lugar, las formaciones son afectadas a nivel celular, tal como indica la aparición de paredes celulares agrandadas o cavidades de expulsión en los nodos de los tallos según estudios del equipo de W.C. Levengood, N.Talbott y J. Burke. Es observada una dilatación entre un 115% y un 200% respecto a los nodos normales. Este fenómeno se puede entender como un rápido e intenso calentamiento por microondas, las cuales son parte crucial en el proceso de doblamiento de los tallos. Es difícil entender que una producción artificial de crop circles por medios mecánicos pueda generar una emisión de microondas. Sobre estas ondas volveremos más tarde.
En segundo lugar, se ha encontrado material magnético ferroso en el interior de los círculos en forma de pequeñas esferas de una decena o varias decenas de micras (10-6m). Esto es curioso y más teniendo en cuenta que en zonas donde es usual el fenómeno de ball-lightning (bolas de luz de origen desconocido, todavía inexplicables por la física actual) también se ha detectado la presencia de dichas partículas.
En tercer lugar, tenemos una serie de efectos secundarios dignos de investigación. En presencia de los crop circles hay fallos destacables en maquinaria electrónica y mecánica, como descargas de baterías, alteraciones fotográficas y de vídeo, fallos en los móviles,…Asimismo los efectos sobre los visitantes son diversos como, por ejemplo, sensación de aumento de calor, hormigueo, náuseas, dolor de garganta, ciclos menstruales alterados entre otros. También es frecuente un ruido de “chisporroteo eléctrico” o de pasos incorpóreos. Incluso se han registrado casos de distorsión espacio-temporal (por ejemplo, retrasos en relojes).
Todos estos efectos son fruto de estudio minucioso y se han llegado a algunas conclusiones interesantes. Es evidente que las microondas intervienen en su producción. La cuestión radica en cómo son generadas; una posible explicación giraría entorno a los electrones, cuya frecuencia ciclotrón (frecuencia de precesión del electrón que está situado en un campo magnético) en la atmósfera se sitúa entre 2,4 y aproximadamente 6 GHz, estando ésta en la franja microonda. Cabe destacar que precisamente a la frecuencia de 3 GHz se produce la resonancia de spin de los electrones de los átomos del aire, es decir, que a esta frecuencia los electrones se excitan energéticamente. Este mecanismo se vería ampliado por el efecto piezoeléctrico del cristal de cuarzo (Si O2) que es abundante en muchas regiones donde se producen crop circles.
Los electrones están relacionados con la ionosfera, capa de la atmósfera situada entre 80 y 800 Km sobre la superficie terrestre. La ionosfera se considera la parte ionizada de la atmósfera debida a la radiación solar y al impacto de los rayos cósmicos. Hace de espejo de las ondas de radio emitidas desde la superficie terrestre posibilitando que éstas puedan viajar grandes distancias sobre la Tierra. Las auroras también son producidas en esta región. Electrones provenientes del Sol chocan con los átomos de la ionosfera generando estas bellas cortinas de luz, que se manifiestan mayoritariamente en las zonas de los polos, ya que entran con más facilidad a través de la atmósfera al no quedar atrapados por los cinturones de Van Allen. Estos cinturones están compuestos por electrones y protones. El primer cinturón se extiende más o menos entre los 800 y los 12.000 Km de la superficie terrestre y está compuesto por electrones y protones provenientes de la desintegración de neutrones que han sido producidos por la interacción de los rayos cósmicos con la atmósfera terrestre. El segundo cinturón o cinturón externo se extiende desde unos 25.000 Km de la Tierra hasta los 60.000 Km y consiste principalmente en partículas cargadas emitidas por el Sol, en su mayoría electrones. Ambos cinturones sirven de protección contra el impacto de dichas partículas cargadas ya que éstas giran en espiral entorno a las líneas magnéticas del campo terrestre.
Sin embargo, veremos un poquito más adelante que tanto nuestra ionosfera como los cinturones de Van Allen están sufriendo cambios sustanciales y que esto seguramente guarda relación con el fenómeno de los círculos y el de ball-lightning.
Otro de los efectos es que hay evidencias de audición microonda o efecto Frey, el cual también es producido a la frecuencia de 3 GHz. Se sabe que el rango de frecuencias audible para el ser humano es de 20 – 20.000 Hz. En presencia de meteoritos, auroras, radares y otros fenómenos aún por investigar en ocasiones se oyen sonidos generados dentro del cerebro, correspondientes a frecuencias de la zona microonda, estando éstas muy por encima de las frecuencias audibles normales. El hecho de sentir pasos en los crop circles u oír voces procedentes de ninguna fuente conocida puede tener su explicación en este fenómeno. En relación a ello, sonidos y vibraciones parecen ser ingredientes esenciales en el proceso de creación de los círculos.
Otros ingredientes propuestos son el agua (cuyas moléculas en su movimiento de rotación producen microondas) y la actividad tectónica que amplifica todo el proceso. Podría ser que debido a la alta humedad registrada en las zonas del Sud de Inglaterra tuviera más facilidad el proceso, añadiendo la ventaja de la proximidad de zonas megalíticas importantes como Avebury o Stonehenge, o lugares míticos próximos a los famosos caballos blancos esculpidos en la roca, como, por ejemplo, el caballo blanco de Alton Barnes que podemos apreciar en una de las fotografías de este artículo. Seguramente existen varios factores propicios al fenómeno a nivel energético sutil terrestre. Claro que los crop circles no son exclusivos de Inglaterra. Son registrados en muchísimas zonas del mundo, como Australia, Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón, Alemania, Países Bajos, y un largo etc. Y no solo los cereales son el elemento afortunado para mostrar los complejos y bellos pictogramas; la nieve, el hielo y la arena también pueden ser soporte de dichas formaciones.
Algunos científicos, por su parte, sostienen que los múltiples fenómenos de luz en forma de pequeñas esferas luminosas que parecen tener comportamiento inteligente, registrados en la proximidad de los pictogramas, son los responsables de su creación, como se puede observar en algunas grabaciones de vídeo. Lo interesante es que estas esferas de luz son cada vez más frecuentes en nuestro planeta; al fenómeno se le llama ball-lightning o earth-lights (luces terrestres). Se trata de la manifestación anómala de bolas luminosas que aparecen en diferentes lugares del planeta. El lugar de honor lo ocupa el valle de Hessdalen (Noruega), seguido de Canadá (Lago Ontario, Tagish, St Louis) e Inglaterra, Estados Unidos (el valle de Hudson, el desierto de Arizona), Australia, Italia, etc.
Este fenómeno luminoso aparece como una bola de luz brillante en el cielo producida a menudo durante tormentas o importantes descargas eléctricas, o como luces cerca del suelo en presencia de determinados procesos geofísicos. Son apariciones inexplicables por la física de plasma convencional, ya que son de una intensidad energética muy elevada, de una gran persistencia y de un comportamiento un tanto extraño como, por ejemplo, la capacidad de engendrar bolas de luz secundarias (según los estudios de Massimo Teodorani, en 2004, el color de la bola principal suele ser blanca, mientras que las mini-esferas expulsadas suelen ser de color verde). También se han observado en su presencia la aparición de partículas metálicas muy pequeñas, también de forma esférica, y que en su mayoría son de hierro, como he comentado antes. Las luces, aunque en su mayoría son esféricas y blancas, pueden adoptar formas y ser de colores muy diversos. En cuanto al tamaño pueden oscilar entre unos cuantos centímetros a algunas decenas de metros. Son registradas tanto cerca del suelo como en el cielo y la imagen fotográfica corresponde en su mayoría a un objeto esférico aparentemente sólido que radia uniformemente en todas las direcciones. Se piensa que dicho fenómeno está relacionado con ciertas interacciones entre procesos geofísicos, como la presencia de fuerzas tectónicas y el efecto piezoeléctrico, y ciertos procesos cósmicos, como las perturbaciones magnéticas originadas por la actividad solar y la cascada de rayos cósmicos a través de nuestra atmósfera. La abundancia de cuarzo, la fuente principal de piezoelectricidad, de cobre y de hierro favorece la liberación de electricidad y de campos electromagnéticos, condiciones óptimas para la generación de estas luces. También merecen un análisis exhaustivo las partículas altamente energéticas que son producidas por el Sol que llegan hasta nosotros.
El caso es que a nuestro planeta azul cada vez con mayor frecuencia y con mayor intensidad le va llegando una gran corriente energética en forma de partículas cargadas. Esto es debido básicamente a dos factores.
En primer lugar, nuestro sistema solar está atravesando una nube interestelar altamente energética; actualmente el sistema solar en su movimiento alrededor del centro galáctico se está moviendo hacia la constelación de Hércules. Esto está produciendo estados excitados energéticos en todos los planetas y en el Sol. Evidentemente los efectos de ello ya se están produciendo: aceleración en el desplazamiento de los polos magnéticos, un considerable aumento en frecuencia y en intensidad de los eventos climáticos atmosféricos (por ejemplo, el número de catástrofes naturales ha crecido un 410% entre 1963 y 1993), un crecimiento muy acusado en la velocidad, cualidad y cantidad de la actividad solar, cambios importantísimos en el clima (hay evidencias de que estamos entrando en un período de una gran inestabilidad de temperatura, similarmente al que tuvo lugar hace 10.000 años), además de haber alteraciones significativas en la distribución de la capa de ozono, en la composición de la atmósfera y en la amplitud de los cinturones de Van Allen. Esto afecta, por su parte, a la cantidad de material plasmático que está entrando por los polos, significando que estamos expuestos a una mayor cantidad de partículas cargadas, entre ellas electrones, y repercutiendo a su vez en nuestra salud y bienestar. Como dice Dr Alexei Dmitriev, profesor de Geología y Minerología del Departamento Siberiano de la Academia Rusa de Ciencias:
“Nos estamos encontrando con un problema de adaptación de la humanidad y de todas las formas de vida en este estado nuevo de la Tierra. Cada ser humano pasará por una especie de control de calidad a fin de que cumpla estas nuevas condiciones”.
El segundo factor responsable de este proceso de transformación son las alteraciones tecnológicas y de contaminación generadas por el hombre. Precisamente muchos de los fenómenos naturales son agravados por dichas alteraciones. Por ejemplo, los cinturones de Van Allen están afectados gravemente sobre la costa este de Estados Unidos debido a la transmisión de electricidad de los Grandos Lagos hacia el Sud a lo largo de un meridiano magnético y por la frecuencia de 60 Hz ligado al consumo energético; por no hablar del proyecto HAARP (High Frecuency Active Auroral Research Program) que modifica deliberadamente la ionosfera con el supuesto fin de mejorar las comunicaciones mundiales mediante el envío de haces de partículas muy energéticas creando ingentes campos iónicos. Estas alteraciones aunque puedan contribuir positivamente a las transmisiones mundiales afectan drásticamente el clima mundial pudiendo crear importantes perturbaciones en zonas concretas. Hay cierto grado de preocupación por parte de científicos hacia este programa que incorpora con gran probabilidad fines militares (ofensivas y de defensa) y de control mediante la explotación de la ionosfera. Todo lo que supone alterar el equilibrio de la Tierra representa una respuesta en Gaia y no nos extrañemos que muchas de las catástrofes registradas en los últimos años tengan su origen en dichas alteraciones producidas por el hombre. Los efectos nocivos generados por las superpotencias sobre la ionosfera son múltiples y siempre son provocados con propósitos poco transparentes.
Volviendo sobre el tema de los crop circles, se ha dicho y se ha escrito mucho sobre sus posibles autores. En relación a ello, cabe destacar la aparición de un hermoso pictograma el día 21 de agosto de 2001 cerca del radiotelescopio de Chilbolton (Inglaterra).
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Dicho pictograma complejo en código binario parecía indicar una respuesta al mensaje original enviado desde Arecibo en 1974 hacia el cúmulo de estrellas M13 en la constelación de Hércules. En una frecuencia de 2380 MHz fue enviada información respecto a la existencia humana en el planeta Tierra. Contenía datos referentes a la constitución de nuestro ADN, a los átomos principales para la existencia de la vida, al número de humanos y a la constitución de nuestro sistema solar dando especial énfasis al planeta Tierra. 27 años después reapareció este mensaje original en forma de pictograma en 2001, excepto en algunas diferencias significativas, como el átomo adicional de silicio para la vida, una hélice adicional del ADN, un número de población significativamente mayor, un indicio de vida humana también en Marte y Júpiter, una imagen más pequeña para el Sol y una diferencia notable en la forma física del hombre, añadiendo la representación de la antena utilizada para el mensaje, ampliada en la fotografía siguiente. Curioso es que dicha imagen como elemento de transmisión en forma de pictograma apareció en el mismo campo el año anterior, el día 13 de agosto de 2000. Asimismo el pictograma espectacular de la respuesta de Arecibo apareció acompañado de otro en forma de cara con rasgos perfectamente reconocibles como podemos observar en las imágenes siguientes. Esta aparición dejó perpleja a mucha gente que se cuestionó qué significaba aquello y si realmente era una respuesta por parte de una civilización extraterrestre que interceptó el mensaje enviado desde Arecibo.
Así que, un interés particular entorno a sus autores creció a partir de entonces y todavía más gracias a una aparición el año siguiente, concretamente el 15 de agosto de 2002, cerca de Winchester (Hampshire), también en código binario y acompañado de un rostro humanoide. La decodificación fue traducida en una forma de mensaje indicando que se tuviera cuidado con los mensajeros de falsos regalos y promesas rotas, y que a pesar del dolor, todavía habría tiempo, indicando la bondad de “allá fuera”. La traducción exacta es fácilmente accesible en alguna de las referencias indicadas al final del artículo. Ello hacía pensar en un aviso por parte de alguien que observa o se preocupa por la evolución de la humanidad.
Todo esto hizo sugerir con mayor convicción de que podría ser respuesta de unos seres inteligentes fuera de los límites de nuestro planeta o de una dimensión diferente a nuestro espacio tridimensional, que incluso se podría ubicar en el interior de nuestro planeta. Yo me gustaría recordar al lector que nuestro mismo planeta es una gran incógnita digna de exploración; no se sabe con seguridad exactamente cómo está constituido el interior de nuestro planeta (tan solo se han explorado unos pocos quilómetros perforando en la corteza) y los fondos oceánicos también son en gran parte terreno desconocido por indagar.
Claro está, tampoco no se puede descartar la posibilidad de una manipulación terrestre a muy alto nivel (desde luego que la técnica es desconocida y estaría en manos de una élite científica en la “sombra”) con fines muy concretos.
¿Qué finalidad tendrían los pictogramas? Otra pregunta que tampoco tiene respuesta única.
Hay personas que ven los círculos como una señal de la madre Tierra Gaia como respuesta a la actividad cada vez más agresiva del hombre hacia ella y que entidades ligadas al Espíritu de la Tierra podrían estar involucradas con el objetivo de ayudar al hombre en su proceso de evolución.
Personalmente creo que una finalidad de los crop circles auténticos estaría dirigida a la apertura de conciencia de los seres de este planeta, absolutamente necesaria en estos momentos por los que está pasando la humanidad. Se ha llegado a un nivel tal de manipulación por parte de intereses económicos y de poder que nos hace falta que nos echen una mano para que seamos conscientes de la situación y podamos como humanidad ascender a un nivel de comprensión, de respeto y de tolerancia. Los crop circles en este sentido podrían ayudarnos frente a eventos en cierto modo críticos en todos los niveles. Físicamente nuestros cuerpos sufrirán cambios teniendo en cuenta el mayor impacto de rayos cósmicos, empezando por el nivel subatómico donde podría haber una importante reestructuración hasta posibles mutaciones en el ADN. Ello podría acarrear consecuencias importantísimas en nuestra constitución física dando paso a un cuerpo más sutil, llamado cuerpo de luz[1], que ubicaría un espíritu en plena manifestación. Códigos energéticos en el ADN podrían activarse mediante frecuencias provenientes de geometrías, de colores, de luz y de sonidos. Los crop circles a través de sus diferentes formas y geometrías asociadas podrían ayudar a establecer determinadas frecuencias sutiles formando una especie de banda energética en todo el planeta y contribuir a este proceso de activación de energías superiores de la conciencia.
Todo esto de momento no es demostrable, pero la historia de la ciencia nos habla de muchas hipótesis científicas que en manos de eminencias científicas que antepusieron su imaginación y su intuición formidable a la posterior demostración empírica, resultaron ser válidas con el paso del tiempo.
O sencillamente los crop circles pueden ser como una especie de cartas de presentación de seres de otros mundos que desean comunicarse con nosotros. Quizás estos seres hayan estado entre nosotros desde tiempos inmemoriales y ahoran desean manifestarse. Hay buenos indicios de que en el pasado de la humanidad hubo seres extraterrestres en diferentes lugares del planeta compartiendo nuestra evolución. Quizás algo o alguien nos está enviando mensajes desde alguna parte de la inmensidad estelar, desde alguna dimensión invisible, o desde la misma Tierra, quién sabe. Algún día u otro se sabrá la verdad. Pero a lo mejor no es tan importante el saber la respuesta exacta, sino que seamos conscientes de que somos seres maravillosos, libres, ciudadanos de un planeta rodeado de miles de estrellas relucientes, que con su luz nos hablan de esperanza para un mejor futuro.
Para finalizar quisiera decir que sin ninguna duda, el fenómeno de los crop circles es una combinación ingeniosamente perfecta de una energía psíquica inteligente (sea cual sea su origen) y de la geofísica terrestre.
Los Crop Circles son creaciones de grandes artistas, matemáticos, geómetras en el sentido más amplio de la palabra. Diseños complicados, fractales sugerentes, geometría sagrada por doquier son prueba de ello. Todo denota una profunda comprensión de la simbología multicultural y de la espiritualidad en general, ya que ninguna religión es agraciada con particular atención, todas y cada una de ellas son reproducidas a través de muchos de sus símbolos e imágenes a lo largo y ancho del planeta, desde la religión cristiana, pasando por la musulmana, la judía, hasta abarcar las religiones de Oriente. La mística, símbolos esotéricos, mandalas, significados profundos anclados en el inconsciente colectivo son recuperados y llevados a la superficie a través de los glifos.
Faltaría encontrar este campo unificado (quizás el Campo de Punto Cero) que en colaboración con una conciencia colectiva (sea terrestre, extraterrestre o ambas) interactúa con fuerzas planetarias para co-crear eventos e influenciar la realidad física-etérica. Si un día logramos este salto cuántico en la comprensión del Universo transformaremos nuestra forma de pensar y lograremos el equilibrio con el flujo renovador de las nuevas energías.
Asimismo quiero remarcar que explicar crop circles puede ocupar unos cuantos libros. Me he tomado la libertad de escribir aquellos aspectos que en primera instancia quería comunicar. Por eso, al final de este artículo hay una serie de referencias que uno puede consultar sobre diferentes formaciones a lo largo de las dos o tres últimas décadas, posibles significados, símbología, explicaciones e hipótesis científicas… y dejo al lector, como he dicho al principio, que se cuestione y se pregunte sobre qué realmente está sucediendo en nuestro planeta. Yo creo que algo majectuoso y grande se está avecinando y no creo que esto está muy lejos en el tiempo, ni en el espacio; lo intrigante es quizás esté sucediendo ya.
[1] Cuerpo sutil más energético que el cuerpo biológico, de mayor vibración energética y conciencia más elevada.
Algunas pruebas contundentes de que los crop circles son algo más que una diversión por parte de los llamados circle makers (autores de círculos) son las que voy a explicar a continuación.
En primer lugar, las formaciones son afectadas a nivel celular, tal como indica la aparición de paredes celulares agrandadas o cavidades de expulsión en los nodos de los tallos según estudios del equipo de W.C. Levengood, N.Talbott y J. Burke. Es observada una dilatación entre un 115% y un 200% respecto a los nodos normales. Este fenómeno se puede entender como un rápido e intenso calentamiento por microondas, las cuales son parte crucial en el proceso de doblamiento de los tallos. Es difícil entender que una producción artificial de crop circles por medios mecánicos pueda generar una emisión de microondas. Sobre estas ondas volveremos más tarde.
En segundo lugar, se ha encontrado material magnético ferroso en el interior de los círculos en forma de pequeñas esferas de una decena o varias decenas de micras (10-6m). Esto es curioso y más teniendo en cuenta que en zonas donde es usual el fenómeno de ball-lightning (bolas de luz de origen desconocido, todavía inexplicables por la física actual) también se ha detectado la presencia de dichas partículas.
En tercer lugar, tenemos una serie de efectos secundarios dignos de investigación. En presencia de los crop circles hay fallos destacables en maquinaria electrónica y mecánica, como descargas de baterías, alteraciones fotográficas y de vídeo, fallos en los móviles,…Asimismo los efectos sobre los visitantes son diversos como, por ejemplo, sensación de aumento de calor, hormigueo, náuseas, dolor de garganta, ciclos menstruales alterados entre otros. También es frecuente un ruido de “chisporroteo eléctrico” o de pasos incorpóreos. Incluso se han registrado casos de distorsión espacio-temporal (por ejemplo, retrasos en relojes).
Todos estos efectos son fruto de estudio minucioso y se han llegado a algunas conclusiones interesantes. Es evidente que las microondas intervienen en su producción. La cuestión radica en cómo son generadas; una posible explicación giraría entorno a los electrones, cuya frecuencia ciclotrón (frecuencia de precesión del electrón que está situado en un campo magnético) en la atmósfera se sitúa entre 2,4 y aproximadamente 6 GHz, estando ésta en la franja microonda. Cabe destacar que precisamente a la frecuencia de 3 GHz se produce la resonancia de spin de los electrones de los átomos del aire, es decir, que a esta frecuencia los electrones se excitan energéticamente. Este mecanismo se vería ampliado por el efecto piezoeléctrico del cristal de cuarzo (Si O2) que es abundante en muchas regiones donde se producen crop circles.
Los electrones están relacionados con la ionosfera, capa de la atmósfera situada entre 80 y 800 Km sobre la superficie terrestre. La ionosfera se considera la parte ionizada de la atmósfera debida a la radiación solar y al impacto de los rayos cósmicos. Hace de espejo de las ondas de radio emitidas desde la superficie terrestre posibilitando que éstas puedan viajar grandes distancias sobre la Tierra. Las auroras también son producidas en esta región. Electrones provenientes del Sol chocan con los átomos de la ionosfera generando estas bellas cortinas de luz, que se manifiestan mayoritariamente en las zonas de los polos, ya que entran con más facilidad a través de la atmósfera al no quedar atrapados por los cinturones de Van Allen. Estos cinturones están compuestos por electrones y protones. El primer cinturón se extiende más o menos entre los 800 y los 12.000 Km de la superficie terrestre y está compuesto por electrones y protones provenientes de la desintegración de neutrones que han sido producidos por la interacción de los rayos cósmicos con la atmósfera terrestre. El segundo cinturón o cinturón externo se extiende desde unos 25.000 Km de la Tierra hasta los 60.000 Km y consiste principalmente en partículas cargadas emitidas por el Sol, en su mayoría electrones. Ambos cinturones sirven de protección contra el impacto de dichas partículas cargadas ya que éstas giran en espiral entorno a las líneas magnéticas del campo terrestre.
Sin embargo, veremos un poquito más adelante que tanto nuestra ionosfera como los cinturones de Van Allen están sufriendo cambios sustanciales y que esto seguramente guarda relación con el fenómeno de los círculos y el de ball-lightning.
Otro de los efectos es que hay evidencias de audición microonda o efecto Frey, el cual también es producido a la frecuencia de 3 GHz. Se sabe que el rango de frecuencias audible para el ser humano es de 20 – 20.000 Hz. En presencia de meteoritos, auroras, radares y otros fenómenos aún por investigar en ocasiones se oyen sonidos generados dentro del cerebro, correspondientes a frecuencias de la zona microonda, estando éstas muy por encima de las frecuencias audibles normales. El hecho de sentir pasos en los crop circles u oír voces procedentes de ninguna fuente conocida puede tener su explicación en este fenómeno. En relación a ello, sonidos y vibraciones parecen ser ingredientes esenciales en el proceso de creación de los círculos.
Otros ingredientes propuestos son el agua (cuyas moléculas en su movimiento de rotación producen microondas) y la actividad tectónica que amplifica todo el proceso. Podría ser que debido a la alta humedad registrada en las zonas del Sud de Inglaterra tuviera más facilidad el proceso, añadiendo la ventaja de la proximidad de zonas megalíticas importantes como Avebury o Stonehenge, o lugares míticos próximos a los famosos caballos blancos esculpidos en la roca, como, por ejemplo, el caballo blanco de Alton Barnes que podemos apreciar en una de las fotografías de este artículo. Seguramente existen varios factores propicios al fenómeno a nivel energético sutil terrestre. Claro que los crop circles no son exclusivos de Inglaterra. Son registrados en muchísimas zonas del mundo, como Australia, Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón, Alemania, Países Bajos, y un largo etc. Y no solo los cereales son el elemento afortunado para mostrar los complejos y bellos pictogramas; la nieve, el hielo y la arena también pueden ser soporte de dichas formaciones.
Algunos científicos, por su parte, sostienen que los múltiples fenómenos de luz en forma de pequeñas esferas luminosas que parecen tener comportamiento inteligente, registrados en la proximidad de los pictogramas, son los responsables de su creación, como se puede observar en algunas grabaciones de vídeo. Lo interesante es que estas esferas de luz son cada vez más frecuentes en nuestro planeta; al fenómeno se le llama ball-lightning o earth-lights (luces terrestres). Se trata de la manifestación anómala de bolas luminosas que aparecen en diferentes lugares del planeta. El lugar de honor lo ocupa el valle de Hessdalen (Noruega), seguido de Canadá (Lago Ontario, Tagish, St Louis) e Inglaterra, Estados Unidos (el valle de Hudson, el desierto de Arizona), Australia, Italia, etc.
Este fenómeno luminoso aparece como una bola de luz brillante en el cielo producida a menudo durante tormentas o importantes descargas eléctricas, o como luces cerca del suelo en presencia de determinados procesos geofísicos. Son apariciones inexplicables por la física de plasma convencional, ya que son de una intensidad energética muy elevada, de una gran persistencia y de un comportamiento un tanto extraño como, por ejemplo, la capacidad de engendrar bolas de luz secundarias (según los estudios de Massimo Teodorani, en 2004, el color de la bola principal suele ser blanca, mientras que las mini-esferas expulsadas suelen ser de color verde). También se han observado en su presencia la aparición de partículas metálicas muy pequeñas, también de forma esférica, y que en su mayoría son de hierro, como he comentado antes. Las luces, aunque en su mayoría son esféricas y blancas, pueden adoptar formas y ser de colores muy diversos. En cuanto al tamaño pueden oscilar entre unos cuantos centímetros a algunas decenas de metros. Son registradas tanto cerca del suelo como en el cielo y la imagen fotográfica corresponde en su mayoría a un objeto esférico aparentemente sólido que radia uniformemente en todas las direcciones. Se piensa que dicho fenómeno está relacionado con ciertas interacciones entre procesos geofísicos, como la presencia de fuerzas tectónicas y el efecto piezoeléctrico, y ciertos procesos cósmicos, como las perturbaciones magnéticas originadas por la actividad solar y la cascada de rayos cósmicos a través de nuestra atmósfera. La abundancia de cuarzo, la fuente principal de piezoelectricidad, de cobre y de hierro favorece la liberación de electricidad y de campos electromagnéticos, condiciones óptimas para la generación de estas luces. También merecen un análisis exhaustivo las partículas altamente energéticas que son producidas por el Sol que llegan hasta nosotros.
El caso es que a nuestro planeta azul cada vez con mayor frecuencia y con mayor intensidad le va llegando una gran corriente energética en forma de partículas cargadas. Esto es debido básicamente a dos factores.
En primer lugar, nuestro sistema solar está atravesando una nube interestelar altamente energética; actualmente el sistema solar en su movimiento alrededor del centro galáctico se está moviendo hacia la constelación de Hércules. Esto está produciendo estados excitados energéticos en todos los planetas y en el Sol. Evidentemente los efectos de ello ya se están produciendo: aceleración en el desplazamiento de los polos magnéticos, un considerable aumento en frecuencia y en intensidad de los eventos climáticos atmosféricos (por ejemplo, el número de catástrofes naturales ha crecido un 410% entre 1963 y 1993), un crecimiento muy acusado en la velocidad, cualidad y cantidad de la actividad solar, cambios importantísimos en el clima (hay evidencias de que estamos entrando en un período de una gran inestabilidad de temperatura, similarmente al que tuvo lugar hace 10.000 años), además de haber alteraciones significativas en la distribución de la capa de ozono, en la composición de la atmósfera y en la amplitud de los cinturones de Van Allen. Esto afecta, por su parte, a la cantidad de material plasmático que está entrando por los polos, significando que estamos expuestos a una mayor cantidad de partículas cargadas, entre ellas electrones, y repercutiendo a su vez en nuestra salud y bienestar. Como dice Dr Alexei Dmitriev, profesor de Geología y Minerología del Departamento Siberiano de la Academia Rusa de Ciencias:
“Nos estamos encontrando con un problema de adaptación de la humanidad y de todas las formas de vida en este estado nuevo de la Tierra. Cada ser humano pasará por una especie de control de calidad a fin de que cumpla estas nuevas condiciones”.
El segundo factor responsable de este proceso de transformación son las alteraciones tecnológicas y de contaminación generadas por el hombre. Precisamente muchos de los fenómenos naturales son agravados por dichas alteraciones. Por ejemplo, los cinturones de Van Allen están afectados gravemente sobre la costa este de Estados Unidos debido a la transmisión de electricidad de los Grandos Lagos hacia el Sud a lo largo de un meridiano magnético y por la frecuencia de 60 Hz ligado al consumo energético; por no hablar del proyecto HAARP (High Frecuency Active Auroral Research Program) que modifica deliberadamente la ionosfera con el supuesto fin de mejorar las comunicaciones mundiales mediante el envío de haces de partículas muy energéticas creando ingentes campos iónicos. Estas alteraciones aunque puedan contribuir positivamente a las transmisiones mundiales afectan drásticamente el clima mundial pudiendo crear importantes perturbaciones en zonas concretas. Hay cierto grado de preocupación por parte de científicos hacia este programa que incorpora con gran probabilidad fines militares (ofensivas y de defensa) y de control mediante la explotación de la ionosfera. Todo lo que supone alterar el equilibrio de la Tierra representa una respuesta en Gaia y no nos extrañemos que muchas de las catástrofes registradas en los últimos años tengan su origen en dichas alteraciones producidas por el hombre. Los efectos nocivos generados por las superpotencias sobre la ionosfera son múltiples y siempre son provocados con propósitos poco transparentes.
Volviendo sobre el tema de los crop circles, se ha dicho y se ha escrito mucho sobre sus posibles autores. En relación a ello, cabe destacar la aparición de un hermoso pictograma el día 21 de agosto de 2001 cerca del radiotelescopio de Chilbolton (Inglaterra).
Dicho pictograma complejo en código binario parecía indicar una respuesta al mensaje original enviado desde Arecibo en 1974 hacia el cúmulo de estrellas M13 en la constelación de Hércules. En una frecuencia de 2380 MHz fue enviada información respecto a la existencia humana en el planeta Tierra. Contenía datos referentes a la constitución de nuestro ADN, a los átomos principales para la existencia de la vida, al número de humanos y a la constitución de nuestro sistema solar dando especial énfasis al planeta Tierra. 27 años después reapareció este mensaje original en forma de pictograma en 2001, excepto en algunas diferencias significativas, como el átomo adicional de silicio para la vida, una hélice adicional del ADN, un número de población significativamente mayor, un indicio de vida humana también en Marte y Júpiter, una imagen más pequeña para el Sol y una diferencia notable en la forma física del hombre, añadiendo la representación de la antena utilizada para el mensaje, ampliada en la fotografía siguiente.
Curioso es que dicha imagen como elemento de transmisión en forma de pictograma apareció en el mismo campo el año anterior, el día 13 de agosto de 2000. Asimismo el pictograma espectacular de la respuesta de Arecibo apareció acompañado de otro en forma de cara con rasgos perfectamente reconocibles como podemos observar en las imágenes siguientes. Esta aparición dejó perpleja a mucha gente que se cuestionó qué significaba aquello y si realmente era una respuesta por parte de una civilización extraterrestre que interceptó el mensaje enviado desde Arecibo.
Así que, un interés particular entorno a sus autores creció a partir de entonces y todavía más gracias a una aparición el año siguiente, concretamente el 15 de agosto de 2002, cerca de Winchester (Hampshire), también en código binario y acompañado de un rostro humanoide. La decodificación fue traducida en una forma de mensaje indicando que se tuviera cuidado con los mensajeros de falsos regalos y promesas rotas, y que a pesar del dolor, todavía habría tiempo, indicando la bondad de “allá fuera”. La traducción exacta es fácilmente accesible en alguna de las referencias indicadas al final del artículo. Ello hacía pensar en un aviso por parte de alguien que observa o se preocupa por la evolución de la humanidad.
Todo esto hizo sugerir con mayor convicción de que podría ser respuesta de unos seres inteligentes fuera de los límites de nuestro planeta o de una dimensión diferente a nuestro espacio tridimensional, que incluso se podría ubicar en el interior de nuestro planeta. Yo me gustaría recordar al lector que nuestro mismo planeta es una gran incógnita digna de exploración; no se sabe con seguridad exactamente cómo está constituido el interior de nuestro planeta (tan solo se han explorado unos pocos quilómetros perforando en la corteza) y los fondos oceánicos también son en gran parte terreno desconocido por indagar.
Claro está, tampoco no se puede descartar la posibilidad de una manipulación terrestre a muy alto nivel (desde luego que la técnica es desconocida y estaría en manos de una élite científica en la “sombra”) con fines muy concretos.
¿Qué finalidad tendrían los pictogramas? Otra pregunta que tampoco tiene respuesta única.
Hay personas que ven los círculos como una señal de la madre Tierra Gaia como respuesta a la actividad cada vez más agresiva del hombre hacia ella y que entidades ligadas al Espíritu de la Tierra podrían estar involucradas con el objetivo de ayudar al hombre en su proceso de evolución.
Personalmente creo que una finalidad de los crop circles auténticos estaría dirigida a la apertura de conciencia de los seres de este planeta, absolutamente necesaria en estos momentos por los que está pasando la humanidad. Se ha llegado a un nivel tal de manipulación por parte de intereses económicos y de poder que nos hace falta que nos echen una mano para que seamos conscientes de la situación y podamos como humanidad ascender a un nivel de comprensión, de respeto y de tolerancia. Los crop circles en este sentido podrían ayudarnos frente a eventos en cierto modo críticos en todos los niveles. Físicamente nuestros cuerpos sufrirán cambios teniendo en cuenta el mayor impacto de rayos cósmicos, empezando por el nivel subatómico donde podría haber una importante reestructuración hasta posibles mutaciones en el ADN. Ello podría acarrear consecuencias importantísimas en nuestra constitución física dando paso a un cuerpo más sutil, llamado cuerpo de luz , que ubicaría un espíritu en plena manifestación. Códigos energéticos en el ADN podrían activarse mediante frecuencias provenientes de geometrías, de colores, de luz y de sonidos. Los crop circles a través de sus diferentes formas y geometrías asociadas podrían ayudar a establecer determinadas frecuencias sutiles formando una especie de banda energética en todo el planeta y contribuir a este proceso de activación de energías superiores de la conciencia.
Todo esto de momento no es demostrable, pero la historia de la ciencia nos habla de muchas hipótesis científicas que en manos de eminencias científicas que antepusieron su imaginación y su intuición formidable a la posterior demostración empírica, resultaron ser válidas con el paso del tiempo.
O sencillamente los crop circles pueden ser como una especie de cartas de presentación de seres de otros mundos que desean comunicarse con nosotros. Quizás estos seres hayan estado entre nosotros desde tiempos inmemoriales y ahoran desean manifestarse. Hay buenos indicios de que en el pasado de la humanidad hubo seres extraterrestres en diferentes lugares del planeta compartiendo nuestra evolución. Quizás algo o alguien nos está enviando mensajes desde alguna parte de la inmensidad estelar, desde alguna dimensión invisible, o desde la misma Tierra, quién sabe. Algún día u otro se sabrá la verdad. Pero a lo mejor no es tan importante el saber la respuesta exacta, sino que seamos conscientes de que somos seres maravillosos, libres, ciudadanos de un planeta rodeado de miles de estrellas relucientes, que con su luz nos hablan de esperanza para un mejor futuro.
Para finalizar quisiera decir que sin ninguna duda, el fenómeno de los crop circles es una combinación ingeniosamente perfecta de una energía psíquica inteligente (sea cual sea su origen) y de la geofísica terrestre.
Los Crop Circles son creaciones de grandes artistas, matemáticos, geómetras en el sentido más amplio de la palabra. Diseños complicados, fractales sugerentes, geometría sagrada por doquier son prueba de ello. Todo denota una profunda comprensión de la simbología multicultural y de la espiritualidad en general, ya que ninguna religión es agraciada con particular atención, todas y cada una de ellas son reproducidas a través de muchos de sus símbolos e imágenes a lo largo y ancho del planeta, desde la religión cristiana, pasando por la musulmana, la judía, hasta abarcar las religiones de Oriente. La mística, símbolos esotéricos, mandalas, significados profundos anclados en el inconsciente colectivo son recuperados y llevados a la superficie a través de los glifos.
Faltaría encontrar este campo unificado (quizás el Campo de Punto Cero) que en colaboración con una conciencia colectiva (sea terrestre, extraterrestre o ambas) interactúa con fuerzas planetarias para co-crear eventos e influenciar la realidad física-etérica. Si un día logramos este salto cuántico en la comprensión del Universo transformaremos nuestra forma de pensar y lograremos el equilibrio con el flujo renovador de las nuevas energías.
Asimismo quiero remarcar que explicar crop circles puede ocupar unos cuantos libros. Me he tomado la libertad de escribir aquellos aspectos que en primera instancia quería comunicar. Por eso, al final de este artículo hay una serie de referencias que uno puede consultar sobre diferentes formaciones a lo largo de las dos o tres últimas décadas, posibles significados, símbología, explicaciones e hipótesis científicas… y dejo al lector, como he dicho al principio, que se cuestione y se pregunte sobre qué realmente está sucediendo en nuestro planeta. Yo creo que algo majectuoso y grande se está avecinando y no creo que esto está muy lejos en el tiempo, ni en el espacio; lo intrigante es quizás esté sucediendo ya.
Referencias:
Dmitriev, A.: Planetophysical state of the earth and life, IICA Transactions, vol 4, 1997
Pitkänen, M.: Crop Circles and Life at Parallel Space-time Sheets, 2003
Pringle, L.: Crop Circles: The greatest mystery of modern times, London: Thorsons, 1999
Sherwood, K.: Non-Manmade Crop Circles as a vacuum domain phenomenon, 2002
Teodorani, M.: A Long-Term Scientific Survey of the Hessdalen Phenomenon, Journal of Scientific Exploration, Vol 18, nº 2, 2004, 217-251
Thomas, A.: Crop Circles, Siruela, 2003
Webs interesantes:
http://www.cropcircleresearch.com
http://www.cropcircleconnector.com
http://www.lucypringle.co.uk
http://www.tmgnow.com
El fenómeno de los círculos de las cosechas
http://orbwatch.com/
Teresa Versyp