Un equipo científico logra seguir una partícula de luz desde que nace hasta que muere
Un fotodetector convencional registra una partícula de luz, un fotón, pero sólo una vez. No puede hacerlo dos veces porque en la misma detección, la primera y última, absorbe su energía, lo destruye, o al menos lo altera radicalmente. Pero unos físicos franceses y alemanes se las han ingeniado para ver un fotón muchas veces, sin destruirlo, y seguir su vida. Es una vida corta, de unos 0,13 segundos, y se desarrolla entera en una especie de caja de espejos de 2,7 centímetros de largo, pero estos científicos han logrado hacer un centenar de registros del fotón en ese corto tiempo y así han podido vigilar, como ellos mismos dicen, «el nacimiento, vida y muerte de fotones individuales». Sebastién Gleyzes (Escuela Normal Superior, París) dirige el equipo.
El difícil experimento, que hoy se expone en la revista Nature, no es una mera curiosidad. Posiblemente tenga aplicaciones en la futura computación cuántica, pero además, va a despertar mucho interés por la propia física que entraña, en el dominio de la mecánica cuántica. Como recuerda Ferdinand Schmidt-Kaler (Universidad de Ulm, Alemania) al comentar el trabajo en la revista, «según las leyes estrictas del mundo cuántico, cualquier medida de un fotón provoca en él alteraciones inevitables», alteraciones que Gleyzes y sus colegas evitan hábilmente en su detección continuada y seguimiento del fotón individual, del cuanto de luz… por Alicia Rivera