El detector de ondas gravitacionales GEO 600, un proyecto científico de Alemania y el Reino Unido, acaba de entrar en una fase de observación y medida continuas que durará 18 meses. Su misión es detectar de manera directa lo que nunca antes ha sido detectado, las elusivas ondas gravitacionales, un fenómeno todavía inobservado predicho por la teoría general de la relatividad de Einstein. Las ondas gravitacionales podrían conducir a una nueva era en el desarrollo de la astrofísica, ya que permitirían estudiar aspectos del Universo para los que la astronomía al uso, basada en el empleo de la luz visible y de otras frecuencias electromagnéticas, ofrece sólo una información parcial.
En el año 1916 Einstein presentó su teoría general de la relatividad concebida como un modelo para explicar el fenómeno de la gravitación de un modo más preciso que la teoría de Newton, entonces vigente. En la teoría de Einstein los conceptos newtonianos de espacio y tiempo absolutos son reemplazados por una magnitud única: el espacio-tiempo, y la fuerza gravitacional se explica como el efecto de la distorsión o curvatura local del espacio-tiempo causada por cuerpos muy masivos.
Una de las predicciones de la teoría de la gravitación de Einstein es que toda variación brusca de la distribución de masa provocará variaciones en la configuración local del espacio-tiempo que se propagarán en forma de ondas gravitacionales. Tales ondas, arrugas en la curvatura del espacio-tiempo deben emitirlas masas en movimiento acelerado, de manera análoga a como las ondas electromagnéticas son emitidas por cargas eléctricas sometidas a una aceleración… Por Mario Toboso