Leyendo algunos artículos interesantes sobre el ADN a nivel cuántico, me topé con un vídeo interesante sobre las investigaciones del biólogo ruso, el Dr. Gariaev. No tenía subtítulos en español, por lo que hice la traducción del inglés, añadiendo dichos subtítulos. Mucho material de investigación de alto nivel realizado en Rusia lastimosamente no está traducido al inglés, por lo que siempre es de agradecer encontrar bibiografía traducida.

Se trata de un fantástico documental sobre la investigación del ADN y la estructura holográfica y energética del mismo, realizado por el doctor Petr Petrovich Gariaev.  Gariaev es el fundador de la genética ondulatoria, “Wave Genetics”, o genética cuántica.

En el genoma humano existen 3200 millones de pares de bases de ADN. Aunque la secuencia de ADN contenga la información codificada necesaria para el conjunto de proteínas del ser humano, solo representa un 2% de la totalidad. El resto, el 98 %, es ADN no codificante, comúnmente llamada “ADN basura”. Según Gariaev, esta fracción del ADN tiene un papel importantísimo en la transmisión de información a nivel vibracional, esencial para el organismo. Emite radiación electromagnética, la cual crea patrones de interferencia de ondas en forma de hologramas. Las células captan esta información y tienen así una plantilla-modelo para crear formas y estructuras, en otras palabras, estos hologramas definen la estructura espacial según la cual se construye el organismo. El ADN en solución acuosa también emite ondas acústicas. Según Gariaev produce una compleja melodía con frases musicales repetitivas. Se hace especial hincapié en la importancia de estas emisiones electromagnéticas y acústicas para el correcto funcionamiento del organismo. Estas investigaciones dan lugar a que el ADN se pueda reprogramar con sonidos y frecuencias apropiadas.

Otro aspecto fundamental del documental es referente a la descripción del “ADN fantasma”. Se sabe que el ADN organiza los fotones en un patrón coherente. Cuando se saca el ADN del lugar de experimentación, los fotones siguen estando en un patrón organizado. Esto apunta a que el ADN crea a su alrededor un efecto organizador residual, directamente sobre el campo cuántico, el campo de punto cero, estructurando este. Según otro investigador ruso, Vladimir Poponin, el ADN crea unos agujeros de gusano magnetizados gracias a los cuales capta bits de información a partir de este vacío cuántico, una dimensión más allá del espacio-tiempo, y los transmite a la conciencia.

Espero que disfrutéis del vídeo (al final, seguramente por razones de grabación, ha quedado cortado el último minuto y medio).

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