El contacto con la naturaleza
Els Cingles d´en Bertí, Catalunya, autora: Teresa Versyp
Somos parte integral de la naturaleza y hay pruebas irrefutables acerca de los beneficios que nos brindan el Sol, la Tierra, el mar y los ríos, las cascadas, el aire puro y fresco en las montañas, el aroma de los pinos, las plantas y animales etc. Cada parte posee su lenguaje propio, una frecuencia de vibración única que está a nuestra disposición, como un regalo.
Comenté hace algún tiempo en un artículo los beneficios del Grounding, término anglosajón que se refiere al contacto con la Tierra, captando su energía electromagnética en beneficio de nuestro ser, tal como han venido haciendo de manera completamente natural las tribus indígenas. Hemos de saber que la Tierra es fuente de un abundante caudal de electrones libres, que pueden entrar en nuestro organismo, el cual es eléctricamente conductor. Estos electrones libres son una fuente muy importante de antioxidantes. Si entramos en contacto con este potencial eléctrico de nuestro planeta, cada parte de nuestro cuerpo se ve beneficiada, sea a través de la planta de los pies, o de todo el cuerpo.
Se han registrado los beneficios del contacto con la Tierra en la mejora del sueño, en la reducción de la inflamación y del dolor, en la reducción de viscosidad sanguínea, en la secreción de cortisol, y en la mejoría de la osteoporosis. Los electrones antioxidantes de la Tierra entran en el cuerpo y neutralizan los reactivos oxidantes. Todos notamos de forma natural los beneficios de entrar en contacto directo caminando descalzos por la arena de la playa o caminando sobre las briznas de la hierba.
Nos sentimos más conectados a la energía de nuestro planeta. La práctica de Tai-Chi, de Qi-Gong o de meditación al lado del mar, por ejemplo, con los pies descalzos tiene sus beneficios inmediatos.
En el bosque, respirar la amplia gama de aromas y beneficiarnos del efecto de los fitoncidas, contemplar los colores y la belleza de las flores.
Los árboles poseen su lenguaje secreto de olores, señales químicas y eléctricas… Disfrutar del paraíso acústico, los pájaros, el murmullo del agua, el mecer de las hojas por el viento…Desde Japón se nos ha importado la práctica del Shinrin-Yoku, un baño de bosque donde se nos expone a toda una constelación de sustancias aromáticas que pueden estimular o relajar, prestando atención al momento presente en toda su magnitud. Hay evidencias de que caminar por el bosque disminuye la presión arterial, disminuye la ansiedad y tiene efectos beneficiosos sobre el sistema inmunitario.
Los baños de luz en su justa medida también revitalizan el cuerpo, nos energizan y ayudan a nuestro sistema inmunitario y hormonal. Sobre todo durante las primeras o las últimas horas de luz diurna.
Las plantas, en particular las hierbas medicinales para múltiplos usos, son muy recomendables. En la antigüedad, cuando el hombre se dedicaba a cazar y la mujer a recolectar, la única sabiduría y poder curativo procedía de la Tierra, bajo la forma de hierbas y plantas. Era un conocimiento transmitido de generación en generación. Las hierbas medicinales actúan directamente sobre nuestro cuerpo físico, aportando grandes beneficios a nuestra salud y actuando simultáneamente en un plano más sutil, donde todo está interconectado.
Las hierbas tienen diferentes aplicaciones, como tomarlas en infusión, quemarlas para purificar o simplemente arrojarlas en el baño y sumergirse en él.
Romero, Salvia y Lavanda
Son tres hierbas excelentes para las purificaciones y limpieza del cuerpo energético que uso a menudo. Romero significa Rocío del Mar y es la hierba por excelencia para la tonificación, estimulación y concentración mental. Utilizado a lo largo de la historia para rituales y ofrendas. Desde la Antigua Grecia se asociaba a la memoria, los recuerdos felices y el amor. Las coronas de las novias se entrelazaban con romero fresco. Se puede utilizar en infusión para combatir el agotamiento, dolores de cabeza o falta de apetito.
La lavanda, por su parte, es un calmante excelente para el sistema nervioso, es un antiinflamatorio, antivírico y antibacteriano por excelencia. Su olor es muy agradable y es un relajante idóneo. La salvia, palabra que deriva del latín salvare, curar, tiene cualidades estimulantes, digestivas y astringentes. Ideal para inflamaciones de la boca y para mantener las encías en un estado saludable mediante enjuagues.
Los humos de salvia, romero y lavanda son excelentes para la limpieza energética de los ambientes y para mejorar el estado de ánimo. Ayudan a disolver la negatividad que se haya podido acumular en los espacios y en nuestro propio campo energético.
Un paraje muy querido
Tengo la suerte de vivir en un paraje donde crecen el tomillo, el romero, la lavanda, el hipérico, la ortiga, la cola de caballo entre otros y es un regalo poder disfrutar de estos y aspirar la amplia gama de aromas que se van desplegando a mi paso. Tierra donde crece el pino, el abeto, la encina, el haya, el fresno o el noble roble. Todo en una perfecta armonía brindada por la naturaleza.
Los animales también forman parte de la naturaleza y si entramos en contacto con ellos, entendemos un poco mejor el gran diseño divino que late bajo todas las cosas. Los animales son seres muy conectados a la Tierra y podemos aprender mucho de ellos para contribuir a nuestro bienestar y equilibrio. En la sabiduría chamánica se hace referencia a los animales tótem que nos pueden guiar en nuestro camino evolutivo. En momentos determinados de nuestra vida a veces nos pueden ser útiles ciertas propiedades de animales, como por ejemplo, la introspección ligada al oso, la visión amplia del águila o el coraje y poder del leopardo.
Hay en marcha unos proyectos de terapia con animales muy interesantes, para mejorar el estrés, para tratar trastornos del estado anímico y trastornos conductuales, por ejemplo, el paseo con perros o la terapia con caballos. Hay investigaciones que confirman que las personas que tienen algún animal doméstico sufren de menos ansiedad y son más optimistas.
Por esta razón también es esencial cuidar de todos los animales y escuchar el mensaje que aportan, el canto de un pájaro, el vuelo de una mariposa, de una libélula, la aparición de un cérvido o de un jabalí con su prole en lugares inesperados.
Finalizo este pequeño escrito con una poesía escrita por mí hace tiempo en honor de las flores, las cuales aprecio y admiro (escrito originariamente en catalán):
Elles somriuen
Conspirant en la meva història,
Tenyint de mil colors el fluir del temps.
Una sensació fugaç d´un vellut d´un país secret.
Elles,
a l´uníson amb el Vent que
junt amb infinits barbulls, evoquen un petit acord.
De cop,
La verdor impecable de la prada,
Una maragda germinada per l´alè daurat del Sol.
Un intercanvi d´energies sens dubte.
Jo dono, jo rebo a través de l´Essència de l´Esperit.
Abraço l´eternitat, potser?
No ho sé.
Només dic:
Elles són les flors del meu camí.
Traducción al español:
Ellas sonríen, conspirando en mi historia, tiñendo de mil colores el fluir del tiempo. Una sensación fugaz de un terciopelo de un país secreto. Ellas, al unísono con el viento, que junto a infinitos murmullos, evocan un pequeño acuerdo. De golpe, el verdor impecable del prado, una esmeralda germinada por el aliento dorado del Sol. Un intercambio de energías sin duda. Yo doy, yo recibo a través de la esencia del Espíritu. ¿Abrazo la eternidad, quizás? No lo sé. Solo digo: ellas son las flores de mi camino.
Con amor,
©Teresa Versyp, agosto 2020