Un grupo internacional de científicos diseña en Valencia el proyecto de un colisionador de partículas subatómicas, cuya instalación está prevista en Europa, que descifrará nuevas claves sobre la constitución y el funcionamiento del Universo.

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Complejo del túnel subterráneo superpuesto en el sitio. Los electrones y los positrones circularán en sentidos contrarios en el anillo, chocando en el punto de interacción indicado (círculo de naranja), donde el aparato experimental estará localizado. La línea negra muestra la máquina SPARX aprobada para la radiación de sincrotón, la línea roja muestra el acelerador lineal adicional para el SuperB

Según ha informado hoy el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el proyecto tiene «alcance mundial» y lo desarrollan los científicos reunidos esta semana en un encuentro internacional organizado por el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro mixto del CSIC y de la Universitat de València.

El diseño se llama «Super Flavour Factory ‘SuperB'» y se trata de un colisionador de electrones y los positrones -sus antipartículas-, que estudiará las diferencias entre la materia y la antimateria, lo que «permitirá entender la evolución a un Universo en el que sólo hay materia», según las mismas fuentes.

El aparato es una «fábrica» productora de cantidades industriales de partículas, lo cual permitirá estudiar sus propiedades con una precisión e intensidad «sin precedentes», dado que los científicos prevén que incrementará en cien el número de colisiones entre electrones y positrones.

El choque de partículas de carga opuesta que «fabrica» el Super B genera toda una serie de nuevas partículas y antipartículas, que servirá para analizar las diferencias en la forma de desintegración de las mismas y, así, «conocer mejor el porqué de la asimetría materia-antimateria en el Universo conocido», según los expertos.

Para éstos, este proyecto ha de jugar un papel «esencial» en la obtención de resultados que pongan en evidencia la existencia de Nueva Física en la próxima década, determinando los principios y leyes fundamentales por los que se que rige la Naturaleza.

Con la Nueva Física, en la que se enmarca el Super B, los científicos tratan de formular un nuevo paradigma científico que ampliará el denominado «modelo estándar» de los constituyentes de la materia, que, si bien ya prevé una mínima diferencia en el comportamiento de la materia y la antimateria, no consigue explicar la actual composición del Universo.

Ese «modelo estándar» explica prácticamente la totalidad de los datos experimentales obtenidos hasta ahora, pero parte de los científicos no cree que éste sea la última «verdad», por lo que trabaja en nuevos proyectos -como éste- que amplíen los conocimientos.

A juicio de sus diseñadores, el colisionador de partículas Super B jugará un «importante papel complementario» en la actividad del gran acelerador que entrará en funcionamiento este año, el Large Hadron Collider (LHC), en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) de Suiza.

La intensa y precisa colisión de los haces de electrones y positrones del Super B permitirá estudiar, según los científicos, modos de desintegración cuya observación no es posible en el LHC.

 

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